La Magnetoterapia es una terapia física cada vez más utilizada en fisioterapia.

Al principio se utilizaba casi en exclusiva como un tratamiento para favorecer la regeneración del tejido óseo.

Pasados los años se han comprobado los poderosos efectos de regeneración que tiene la Magnetoterapia debido a los cambios fisiológicos que provoca en el organismo humano.

En el momento presente los fisioterapeutas utilizamos ampliamente los campos magnéticos de baja frecuencia y alta intensidad ya que nos ofrecen un arsenal terapéutico útil en múltiples patologías del sistema nervioso, circulatorio, aparato locomotor e incluso en patologías de la piel, sus efectos regeneradores unido a su alta tasa de penetración en el cuerpo humano hacen del magnetismo terapéutico un tratamiento de elección que además de ser fácil de aplicar nos ayude eficazmente frente a procesos inflamatorios y múltiples patologías que cursan con dolor local.

Efectos de la Magnetoterapia sobre los tejidos y órganos humanos:

Efecto analgésico.

La mayor parte de los pacientes que acuden tratamiento de fisioterapia nos transmiten casi siempre su preocupación por el dolor que sienten, disponer de un tratamiento que tiene un efecto analgésico comprobado nos permite actuar sobre este síntoma que además de dificultar la amplitud de movimientos y el desarrollo de la fuerza, es capaz de producir efectos psicológicos ingratos que llegan ha hacer que el paciente abandone por su cuenta el tratamiento impidiendo una rehabilitación completa.

Así que el dolor no es sólo un síntoma que hemos de obviar haciendo que nos dediquemos a mejorar sólo aspectos como el desarrollo de la amplitud angular o la mejora de la fuerza, porque si no actuamos contra el dolor aunque obtenga mejoría en los dos aspectos antes citados entra dentro de lo posible que el paciente no regrese y todo lo ganado hasta entonces se perderá.

Los campos magnéticos producen un efecto calmante del dolor por múltiples vías, la Magnetoterapia pulsátil tiene demostrado un efecto antiinflamatorio y por tanto liberará del exceso de presión a que se encuentran sometidos los receptores sensitivos locales. Produce un efecto de relajación sobre la musculatura induciendo un estado de relajación lo que hace que esta terapia se indique para tratamientos contra el insomnio, dolores de cabeza así como del estrés y sus efectos secundarios. Es indudable que el efecto de equilibrio provocado sobre el potencial de membrana eleva el umbral del dolor y por lo tanto el paciente percibe una molestia menor.

Vasodilatación.

Los efectos del magnetismo de baja frecuencia y alta potencia en Gauss sobre la dilatación de los vasos sanguíneos está más que demostrada, se produce siempre de modo local un aumento de la circulación y ligeramente de la temperatura, los campos magnéticos pulsantes facilitan la acción de vénulas y arteriolas incrementando el riego local de los tejidos. De forma directa va a favorecer la nutrición de las células, disminuye la inflamación y en conjunto reequilibra la circulación de los tejidos en los que se aplica.

La vasodilatación obtenida favorece el aumento del nivel de oxígeno en los tejidos, la estimulación del riego local nos lleva directamente a una disminución de la concentración de anhídrido carbónico y a una elevación de la concentración de oxígeno, elemento imprescindible para la célula en las cantidades requeridas.

Efecto antiinflamatorio.

Como indicábamos anteriormente tendrá su base en la actuación directa de los campos magnéticos de baja frecuencia, el citado aumento de la circulación y la facilitación de un flujo sanguíneo normalizado logrará el incremento del nivel de oxígeno y de sustancias nutricias, estos elementos necesarios para la célula permitirán tanto su reparación como la obtención de energía, los elementos tóxicos son eliminados con mayor eficacia y sus efectos inflamatorios negativos irán desapareciendo poco a poco con ellos. La normalización del potencial de membrana y la fluidificación del medio acuoso en que se encuentra la célula facilitan su efecto antiflogístico.

Acción sobre el tejido óseo.

Los efectos de la Magnetoterapia sobre la osteoporosis están más que demostrados, los campos magnéticos inducidos por medio de la piezoelectricidad son capaces de generar en el tejido óseo corrientes eléctricas de mínima intensidad que incitan a los osteoblastos a incrementar su producción de hueso. Éste incremento del tejido óseo por acción del magnetismo convierte esta terapia en imprescindible para el tratamiento de la distrofia simpático refleja, de la osteoporosis y de las seudoartrosis.

El nivel de colágeno también aumenta, lo cual es importante porque constituye más del 20% del tejido óseo aunque también es un efecto aprovechable para usarlo en la cicatrización de lesiones de la piel, músculo, tendones y fascias.

Relajación de la musculatura

La Magnetoterapia es muy eficaz como relajante muscular y lo es tanto en la musculatura de fibra lisa como la de fibra estriada, los campos magnéticos actúan sobre el sistema simpático disminuyendo el tono muscular. Este efecto relajante al comienzo puede ser puramente local pero conforme se continúa el tratamiento llega a generar un efecto amplio sobre sistema nervioso central debido a la disminución del tono simpático lo cual provocará un efecto generalizado de relajación. Un mejor descanso facilitará una recuperación más consistente, una vivencia de la situación personal con menos estrés facilita enfocar el momento en que se encuentra la patología de una forma más clara y permite ver los procesos evolutivos evitando enfocar nuestra mente siempre hacia los aspectos más negativos del tratamiento o de la evolución.

Regeneración de los tejidos.

El aumento de la circulación local facilita la regeneración del tejido dañado, los campos magnéticos estimulan la producción de colágeno, la formación de vasos sanguíneos y de tejido óseo, es indudable que si por cualquier medio conseguimos mejorar la circulación, activar los procesos energéticos y eliminar las sustancias de desecho habremos sentado las bases para que el cuerpo se ponga en marcha y active su capacidad de regeneración al máximo.

En resumen la Magnetoterapia resulta ser una técnica poco agresiva, no causa dolor y calma el generado por la patología concreta, estimula el organismo en el proceso de regeneración, tiene pocas contraindicaciones y es fácil de aplicar tanto a nivel domiciliario como clínico, la eficacia durante el tratamiento se mantiene durante largo tiempo, siendo además uno de los pocos equipos que tiene un gran poder de penetración lo que nos permite actuar en profundidad del cuerpo humano.