A veces no es necesario recurrir a la cirugía estética,

pues podemos utilizar las técnicas más modernas en medicina estética para lograr el mismo resultado.

Frecuencias bajas de estimulación poseen mayor eficiencia en la activación de fibras A Delta, mientras que frecuencias más altas de estimulación activan de manera más eficiente las fibras A Beta.

En el primer caso se tiene analgesia de duración más larga.

El equipo de la Electrolipólisis tiene enormes posibilidades de trabajo en frecuencias diversas y sus fáciles ajustes de potencia pueden personalizar cualquier tipo de tratamiento corporal.

Con el se pueden aplicar dos tipos de corrientes cada una de estas con un objetivo específico determinado:

  • Corriente de celulodestrucción, es una corriente bipolar que inicia cada pulso con una salva de alta tensión a muy baja intensidad y continua a baja tensión con alta intensidad. De esta forma consigue el desbloqueo de la bomba sodio-potasio de la célula liposa, destruyendo la protección natural de la misma y consiguiendo su destrucción.
  • Corriente de reafirmación, es un tipo de corriente alterna de forma de onda en rampa compleja, que obtiene óptimos resultados de tensando de piel, a base de activar y reforzar la función de la elastina.

Con la Electrolipólisis se puede reducir cualquier área en la que exista depósito de grasa, pero es especialmente útil en aquellos sitios de difí­cil manejo como el abdomen bajo y las “PISTOLERAS”, cara interna de los muslos y rodillas.

Después de la Electrolipólisis la apariencia de la piel es totalmente normal ya que este proceso además ayuda a tonificarla.

La Electrolipólisis se ha ubicado entre la mesoterapia y las técnicas quirúrgicas ya que este método de tratamiento es el más eficaz dentro de las técnicas médicas de tratamiento de grasas localizadas. En definitiva, la Electrolipólisis presenta además de su eficacia una ventaja doble: Atacar la grasa responsable de la dismorfia y conseguir efectos duraderos.

La Electrolipólisis está especialmente indicada en el tratamiento de celulitis localizadas y discretas y permite la corrección del volumen corporal, ya que destruye adiposidades en zonas difí­ciles de tratar a través de dietas y ejercicio. Se usa para disminuir depósitos de grasa localizados con el fin de terminar de moldear el cuerpo en un promedio de 10 sesiones (dependiendo del peso y medidas del paciente). Es el tratamiento ideal para disminuir talla y eliminar flacidez, después del parto y durante la lactancia.

Es un tratamiento que se aplica en varias sesiones, cuyo número y extensión en el tiempo determinará el especialista.

Los resultados del tratamiento mejoran si se combinan con otros métodos estéticos y que amplí­en sus efectos sobre la zona localizada (dietas, auriculoterapia, acupuntura, laserterapia…)

Con este tipo de tratamiento se obtiene una apreciable reducción del volumen local y una mejoría notable del aspecto de la piel de naranja en pocas sesiones.

Por término medio, se precisan alrededor de entre seis y diez sesiones con una frecuencia semanal.

Se recomienda un mantenimiento de dos veces al año.

En materia de estética lo más importante es establecer el contrato de resultados con la paciente al embarcarse en una técnica que, aunque ciertamente fiable, puede ser vista por la paciente como la solución mágica.

En efecto, aunque los resultados son casi sistemáticos, es cierto que las esperanzas, las motivaciones y la voluntad de cada paciente son diferentes y por consiguiente, el éxito no se mide tanto por la pérdida de centímetros sino por el grado de satisfacción de cada paciente.

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